Nuestro combustible proviene de los mismos depósitos donde se almacena el carburante, los de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que ha de cumplir la norma EN 22, impuesta por el Estado, que garantiza un nivel óptimo de calidad al consumidor final y la estandarización del producto. Todos los carburantes vendidos en España tienen por ley la misma formulación y especificaciones químicas, son el mismo producto independientemente de a qué operador se compre. Nuestros productos contienen el mismo porcentaje de biodiesel obligatorio que el resto de gasolineras tradicionales.